Poncho Herrera se define como un chico ermitaño; metódico en lo laboral, pero espontáneo en lo personal.
Conciertos, viajes, entrevistas, firmas de autógrafos: todo eso ha definido su vida durante los últimos cinco años como integrante de RBD.
Pero, para sorpresa de muchos, Alfonso Herrera asegura que es un chavo más hogareño que "rebelde".
Por eso, cuando no tiene compromisos profesionales que cumplir, el cantante y actor de plano se enclaustra en su casa para ver tele, navegar por la red, escuchar su música favorita o poner a prueba su destreza en los videojuegos.
Para que un día de flojera sea perfecto, debe comenzar razonablemente tarde (las desmadrugadas no son divertidas) y sin la obligación de afeitarse. Las prendas de vestir imprescindibles: pantalón de mezclilla y tenis deportivos.
"Soy muy ermitaño, lo que más disfruto cuando no trabajo es quedarme encerrado. Me encanta el X-Box. Los juegos de futbol, como el FIFA, son mis favoritos.
"Escucho la música que me gusta o busco información en internet y checo mis mails. Si me marcan por teléfono, me voy con los amigos", cuenta Poncho en entrevista exclusiva.La sencillez en la decoración de su departamento no le resta calidez. Quizá en ello influye el hecho de que varios cuadros pintados por su padre, con quien vive al sur de la Ciudad, adornan las paredes de la sala.
"Mi papá los hace desde que tengo uso de razón. Pinta por hobbie, y a quien le dice que le gustan sus cuadros, se los regala", comparte el actor de Terminales.Pero lo que vuelve tan especial su hogar es que ahí tiene todo lo que necesita para hacer de un día de ocio la experiencia más disfrutable.
Puede, por ejemplo, escuchar a buen volumen a sus intérpretes favoritos, Daftpunk y She Wants Revenge. O también ver completita una temporada de sus series de televisión favoritas.
"Soy muy poco paciente para los comerciales o para esperar un capítulo por semana, por eso las compro en DVD. Si me atrapa, veo el capítulo completo; pero si en el siguiente episodio hay algo que no me gusta, la dejo por completo.
"Por ejemplo, de Lost vi las dos primeras temporadas y me atraparon. De la tercera vi el primer disco y no me latió tanto, así que ya no quise ver lo demás".
El RBD dice que de su padre, don Alfonso Herrera, heredó, además del buen humor, esa filosofía de "todo o nada". Y de Ruth, su madre, la tenacidad.
"Él me impulsó a seguir en esta carrera. Me dijo: ‘Si quieres hacerlo, hazlo, pero hazlo bien y disfrútalo. Sé el mejor’. De mi mamá saqué lo obsesivo, todo lo quiero bajo mi control.Soy metódico y mecánico en la parte laboral, pero en la personal soy más espontáneo".
Conforme transcurre la plática, emerge un chico distinto al que la gente ve en pantalla o sobre un escenario. Reflexiona antes de hablar y es sumamente observador, cualidades que ha desarrollado gracias a su gusto por la lectura.
Leo mucho, aunque no tanto como quisiera. Mi libro favorito es El Laberinto de la Soledad, porque es un ensayo que explica por qué el mexicano tiene ciertas actitudes o por qué los mexicanos carecemos de una figura paterna.Es muy interesante".
Claro que, como todo chavo de 25 años (nació el 28 de agosto de 1983), también tiene aficiones menos académicas, como el futbol.
"Sigo los partidos de la Selección y de los Pumas, que es mi equipo favorito", admite.
Aunque estuvo en el equipo de fuerzas básicas del Atlas cuando vivió en Guadalajara, hace unos 15 años, su madre le pidió que, antes de dedicarse al juego de pelota, estudiara.
si bien el destino lo llevó a otra "cancha", señala que cuando juega futbol es como si le cambiaran un chip en el cerebro. Por eso, de cuando en cuando va a alguna cancha con sus amigos, porque en el condominio donde reside sólo puede "cascarear" (por el bien de los ventanales).
La charla se acerca a su final, tal como ocurre con los días de RBD, grupo que le dio fama a nivel internacional. Pero, después de cinco años de saborear las mieles del éxito, Poncho se enorgullece al decir que sigue siendo un chico sin complicaciones, que disfruta cada momento y que está enamorado de la vida y de su trabajo.
Alfonso en corto
Tu palabra infaltable al hablar:
Obviamente.
Y la grosería recurrente?
¿Pendejo. Es buenísima, porque encierra muchas acepciones.
Tu platillo favorito:
Los tacos de carne con queso. Una gringa me encanta... literal. No soy muy postrero.
¿Y bebida?
El refresco de cola.
Programa de TV:
"Little Brittain", disfruto mucho el humor inglés. Hay otro buenísimo, "Who’s Line Is It Anyway?".
Disco que pones y pones:
El de éxitos de Mano Negra.
Lo que no toleras:
La deshonestidad.
¿Y lo que más aprecias?
La honestidad.
Amistad es...
Amor, honestidad y alegría.
¿Y el amor?
Es como una barra: en medio está el no sentir absolutamente nada, y de ahí matizas hacia lo que gusta, lo que quieres y lo que amas.
Admirador de:
Margaret Tatcher, porque era una mujer con los pantalones bien puestos. ¡Se traía a todos bien cortitos!
Fuente: El Manana
Dulce María manifestó que está disfrutando mucho la grabación del último disco de RBD, debido al amor que tienen a los fans de este grupo.
Juntos por primera vez
